En ocasiones, la vía lagrimal no es permeable a diferentes niveles provocando un bloqueo del conducto que transporte de las lágrimas desde la superficie del ojo hasta la nariz. Existen dos tipos de obstrucción de la vía lagrimal:
Consiste en crear un nuevo conducto de drenaje de la lágrima, desde el ojo hasta la nariz, con tejido del propio paciente.
Los sondajes lagrimales son un procedimiento quirúrgico, habitualmente indicado en niños (entre 9 meses y un año) para tratar la obstrucción congénita de la vía lagrimal.
Es un procedimiento quirúrgico que consiste en colocar un tubo de drenaje artificial como sustituto de la vía lagrimal. Éste servirá para comunicar la superficie ocular con la fosa nasal y permitir así el paso de la lágrima.