La blefaritis es una inflamación del borde del párpado. Puede estar asociada a trastornos de piel, como la rosácea, la dermatitis seborreica o la psoriasis, aunque no siempre es posible identificar su causa.
Se trata de un problema común que afecta a alrededor del 30% de la población y que está relacionado con muchos de los casos de ojo seco, ya que conlleva un empeoramiento de la calidad de la lágrima.
El tratamiento de la blefaritis se fundamenta en una adecuada higiene palpebral diaria, que es importante llevar a cabo con constancia y de forma correcta para lograr buenos resultados. Esto requiere aplicar compresas calientes sobre los párpados cerrados durante 5 minutos; masajearlos verticalmente (hacia la raíz de las pestañas) para facilitar la salida de bacterias y de grasa y, por último, limpiarlos con solución jabonosa o toallitas especiales.
En algunos casos de blefaritis puede requerirse tratamiento tópico con colirios antibióticos y/o antiinflamatorios y, adicionalmente para algunos pacientes, existen tratamientos en consulta que pueden mejorar la enfermedad y los problemas asociados de ojo seco.