La miopía es un defecto de refracción o error en el enfoque visual. Las imágenes se enfocan por delante de la retina y no sobre ella, lo que dificulta la visión de lejos. La miopía suele aparecer en la infancia y evoluciona hasta los 20 años aproximadamente, cuando tiende a estabilizarse. Si el error refractivo es superior a unas ocho dioptrías, se trata de alta miopía o miopía magna, un tipo de miopía que conlleva riesgos y complicaciones visuales específicas que pueden ser graves.
La miopía se puede corregir mediante el uso de gafas o lentes de contacto. Las personas que desean prescindir de corrección óptica, pueden beneficiarse de la cirugía refractiva.
El tratamiento de la miopía puede consistir, principalmente, en la aplicación de láser en las capas superficiales o internas de la córnea (Lasik).
Cuando la miopía es alta o existe contraindicación para realizar Lasik, suele desaconsejarse cualquiera de estas intervenciones corneales. La opción puede ser la implantación de las llamadas lentes intraoculares fáquicas (entre la córnea y el cristalino).